jueves, 20 de febrero de 2020

Irene Kyamummi, Premio Harambee 2020


Que ningún niño muera por falta de asistencia sanitaria

Homenaje de profesionales valencianas a la doctora ugandesa Irene Kyamummi, Premio Harambee 2020


Profesionales de diversos sectores ofrecerán el jueves en Valencia un homenaje a la doctora ugandesa Irene Kyamummi,  que ha recibido el Premio Harambee 2020 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana por su trabajo en zonas deprimidas de Kenya y Uganda.

                             



Formada en la universidad de Makerere de Kampala, la doctora Kyamummi ha trabajado durante más de 10 años en el proyecto CHEP, que presta asistencia sanitaria a niños de los suburbios de Nairobi (Kenya). Ahora comienza a desarrollar ese proyecto en los slums de Kampala (Uganda).

Junto a cuidados médicos a los niños, el programa facilita formación y habilidades para el desarrollo  profesional especialmente  a chicas jóvenes y madres de barrios marginales. Más de 5.000 niños y sus familias se han beneficiado hasta ahora de este programa.

Ante el éxito de su trabajo en Nairobi, Kyamummi ha regresado a Uganda para desarrollar el proyecto CHEP en los suburbios de Kampala.


“He comprobado en Kenya –señala la doctora Kyamummi- que es posible salvar la vida de miles de niños, prestándoles un mínimo de atención socio-sanitaria a la que no tienen acceso. A veces sólo hay que hablar con las madres para darles nociones de higiene y alimentación, y así se logra que tengan unas condiciones de vida más saludables. Les hacemos chequeos para desparasitarles y detectar posibles anemias u otras enfermedades propias de los niños.”

“En Uganda muchos niños mueren de enfermedades gastrointestinales,  que en realidad serían de fácil curación si dispusieran de ese mínimo de atención sanitaria. Ya he hablado con muchos colegas de mi país, que están dispuestos a dedicar parte de su tiempo a atender solidariamente a los niños más desfavorecidos. Sólo me falta conseguir un pequeño terreno para construir una pequeña clínica donde atenderlos.”


Proyecto CHEP

El proyecto CHEP (Child’s  Health Program)  responde a uno de los objetivos del milenio: “que ningún niño muera por falta de asistencia sanitaria.” Casi el 50% de los niños que viven en los suburbios de las grandes ciudades africanas mueren antes de llegar a los 10 años por no contar con cuidados médicos. Probablemente salvarían su vida si en esa etapa contasen con asistencia sanitaria.




La doctora Kyamummi puso en marcha el programa CHEP en la Kimlea Clinic, en el área de Lumuru, suburbio de Nairobi. Kimlea es una labor social en la que colabora personal sanitario voluntario. Para el funcionamiento sólo necesitan 5 € por niño y año. Con 50 € se puede dotar a un niño de un seguro médico que les permite recibir asistencia sanitaria durante los diez primeros años de su vida. Reciben tres chequeos anuales, que permiten detectar enfermedades antes de que se cronifiquen. Cuando es necesario, el niño recibe también atención hospitalaria.

Kyamummi impartirá también un seminario dirigido a estudiantes de nutrición, enfermería y medicina de la UCV, para dar a conocer las condiciones en que se desarrolla su trabajo y los resultados obtenidos en la población.


Harambee-ONGD en Valencia


La psiquiatra valenciana Elena Colomina lidera la ONG Harambee  en Valencia.  Explica que “Harambee en swahili significa “todos a una”, es la expresión que se usa en África cuando un proyecto necesita la ayuda de todos. Harambee desarrolla su actividad gracias a la colaboración desinteresada de muchos voluntarios y donantes.”



Desde su nacimiento en 2002, con motivo de la canonización del fundador del Opus Dei, Harambee-ONGD ha colaborado en la puesta en marcha y financiación de más de 100 proyectos (de alfabetización, sanidad, educación, promoción y liderazgo de la mujer, concienciación de la opinión pública…) en 22 países del África subsahariana.

Harambee-ONGD apoya proyectos sostenibles llevados a cabo por africanos comprometidos con el desarrollo de sus propios países.

La mayoría de los proyectos educativos que apoya están dirigidos a la mujer, porque las mujeres en África constituyen el sector más vulnerable de la población. Aunque el papel de la mujer es esencial para el sostenimiento de la familia africana, sin embargo su formación apenas se valora. Muchos de los proyectos de Harambee tienen como finalidad abrir horizontes profesionales a las mujeres africanas.



Entre los proyectos llevados a cabo por los voluntarios de Harambee en Valencia destaca Diseños que cambian vidas, en el que diseñadores valencianos consiguen becas para que chicas de Costa de Marfil y Togo puedan realizar estudios de Corte y Confección. Se realizan en colaboración con la Fundación COSO para el Desarrollo de la Comunicación y la Sociedad.






















jueves, 13 de febrero de 2020

Guerra y paz


Guerra y paz. León Tolstoi



En su magnífico estudio sobre la historia de la literatura universal Breve historia del leer, Charles Van Doren resalta esta obra de Tolstoi como una de las mejores novelas jamás escritas. Recrea con precisión la vida en el imperio ruso durante la primera mitad del siglo XIX, con las guerras napoleónicas y la invasión francesa como telón de fondo. A su juicio, en ningún otro relato se han narrado mejor episodios decisivos del momento, como las batallas de Austerlitz (2 de diciembre de 1805) o Borodino (7 de septiembre de 1812).



La calidad de Tolstoi se refleja tanto en su capacidad de reconstruir y contar historias como en el retrato humano y psicológico de sus personajes. Es una novela que aporta datos históricos relevantes,  pero también hace pensar sobre los grandes temas que deberían ocupar más nuestra mente: el bien y el mal, la belleza o fealdad de los caracteres, la redención y el perdón...



Van Doren recomienda leer esta magna obra de un tirón, y concuerdo con él: sería lo deseable, porque además el relato atrapa. Pero… feliz quien pueda disponer así de su tiempo : “bastan 50 horas de lectura…” Cuando la lectura se espacia durante semanas o meses el efecto es  casi igual de fantástico.



Apunta también un sabio consejo: no hay que preocuparse si uno no recuerda quién es quién a medida que se va adentrando en la lectura, entre el fárrago de nombres propios no siempre pronunciables. Hay que tener paciencia y esperar a que la trama discurra. Cuando la lectura ya ha avanzado, los personajes principales se nos van haciendo cercanos y claramente distinguibles. Pasado no mucho tiempo Pierre Bejuzov y Nathasa Rostova son uno más en la familia del lector.



Sucede –señala Van Doren- como en la vida misma: nos cruzamos con personas que aparecen  fugazmente, y desaparecen de nuestro recuerdo; otras en cambio acaban siendo piezas centrales en el gran relato de nuestra vida, y su nombre permanece imborrable.