Es especialmente conmovedor el relato, casi a tiempo real, de los últimos momentos de Antonio y Pilar, presos en San Miguel de los Reyes y en la cárcel de mujeres. Impresionan detalles como el Rosario perpetuo: una cuerda con 10 nudos, que pasaba de celda en celda, escondida en una caja de cerillas: una cadena humana de oración ininterrumpida, día y noche, que mantenía la entereza sobrenatural ante una previsible muerte injusta y despiadada.
lunes, 22 de abril de 2013
Trinitarios 13: una historia de perdón y olvido.
Es especialmente conmovedor el relato, casi a tiempo real, de los últimos momentos de Antonio y Pilar, presos en San Miguel de los Reyes y en la cárcel de mujeres. Impresionan detalles como el Rosario perpetuo: una cuerda con 10 nudos, que pasaba de celda en celda, escondida en una caja de cerillas: una cadena humana de oración ininterrumpida, día y noche, que mantenía la entereza sobrenatural ante una previsible muerte injusta y despiadada.
sábado, 13 de abril de 2013
La caja negra
La caja negra. Un caso del inspector Harry
Bosch.
Michael Connelly. Ed RBA, 2012.
Michael Connelly (Filadelfia, 1956) comenzó como
periodista de sucesos en las calles de Los Ángeles. En su primera novela (El
eco negro) introdujo la figura del inspector Harry Bosch,
protagonista desde entonces de 18 de sus novelas negras. Esta es la última de
ellas.
Novela de trama policíaca, viene descrita en su
contraportada -con típica exageración, aunque no exenta de verdad- como de “escalofriante
acción, magistral construcción de los personajes, endiablado ritmo narrativo.”
El inspector Bosch es un buen
profesional, ya maduro. Y es íntegro, aunque odia las trabas
procedimentales de los burócratas, que con demasiada frecuencia frenan su
trabajo de investigación. En este caso se enfrenta al misterioso caso del
asesinato de una reportera, abierto y no resuelto durante más de veinte
años. Encuentra conexiones entre los disturbios en Los Ángeles,
donde sucedió el asesinato, y la guerra de Irak.
Hay personas que tienden a justificar acciones
criminales por el ambiente en que se han movido los protagonistas, como las
situaciones de miedo o angustia en que envuelve la
guerra. Pero para el inspector Bosch, una acción es tan criminal,
despreciable o aberrante si se comete durante la guerra como si se lleva a cabo
en un entorno pacífico. La guerra, piensa, no justifica el crimen, simplemente
aflora la verdadera naturaleza de cada persona, buena o mala. El
inspector actúa en consecuencia, buscando a los culpables sin contemplaciones
ni atenuantes.
Se lee con agrado y engancha. Tratándose de novela
negra, hay que alabar el buen gusto de autores como Michael Connelly,
que no caen en el gancho facilón y barriobajero del morbo sexual. Algunos
autores españoles deberían tomar nota. Se pueden aludir a conductas miserables
y mezquinas sin necesidad de convertir la narración en un cubo de miseria y
mezquindad. Y se puede mostrar que hay bondad –la belleza del bien y de las
conductas nobles, a contracorriente- aun en medio de lo más ruín. Se puede,
porque así es la realidad.
Michael Connely, con más de 50 millones de ejemplares vendidos,
demuestra que para tener éxito no es necesario el recurso a la zafiedad.
domingo, 7 de abril de 2013
Las nieves del Kilimanjaro o la importancia de dar de lo propio
viernes, 5 de abril de 2013
El festín de Babette
Sobre la Eucaristía, me ha parecido también muy sugerente esta explicación de Rainiero Cantalamesa. Y esta de san Josemaría . Ver también: Amabilidad, esencia de la cultura.
miércoles, 27 de marzo de 2013
Los cambios que requiere la Iglesia
Es muy interesante leer la intervención del cardenal Bergoglio en una de las reuniones de cardenales previas al Cónclave en que resultó elegido papa. Sintetizan sin duda el programa que el papa Francisco traza para su pontificado y los cambios que son necesarios para que la Iglesia sirva mejor a las almas.
Estos son los cuatro puntos que anotó el cardenal Bergoglio en el manuscrito que guió su discurso:
Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans (la Iglesia que escucha religiosamente la Palabra de Dios y la proclama con audacia), o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.