viernes, 15 de febrero de 2019

Una profe de Química entusiasmada con su trabajo


La libertad de Amar, Ediciones Palabra. Cristina Abad Cadenas



La decisión del Papa Francisco de beatificar a Guadalupe Ortiz de Landázuri, primera laica del Opus Dei en subir a los altares, ha puesto a esta mujer sencilla e intrépida en el centro de las miradas. 



Para dar ese paso el Papa Francisco, a propuesta de la Congregación para las Causas de los Santos,  ha constatado la creciente difusión entre los cristianos de la fama de santidad de Guadalupe. Y no solo entre las personas que asisten a las actividades de formación cristiana que organiza la prelatura delOpus Dei. 




La figura de Guadalupe como ejemplo e intercesora trasciende las fronteras geográficas e institucionales. No en vano los santos son de todos, y en el cielo viven como nadie la comunión de la Iglesia.


La aprobación por el Papa  de un milagro obtenido por  intercesión de Guadalupe es solo la punta del iceberg de un cúmulo de favores obtenidos por personas que buscan su ayuda sobrenatural ante los problemas de la vida cotidiana.  Esa vida cotidiana que ella supo transformar en ocasión de encuentro con Dios, que eso es la santidad. El milagro es el dedo de Dios que señala a una persona con fama de santidad para que sea propuesta oficialmente como modelo.


La periodista Cristiana Abad aborda  en este libro quién era y cómo vivió Guadalupe, y qué podemos ver en ella que nos sirva para nuestra vida. Guadalupe no le resultaba simpática al principio, confiesa. Le resultaba todo demasiado extraordinario y lejano: el entusiasmo por la química, el optimismo a prueba de bomba, la valentía e intrepidez, el cargar con importantes tareas de gobierno, la capacidad de conciliar obligaciones familiares, profesionales y formativas y de gobierno en el Opus Dei…



Pero la antipatía se fue desvaneciendo a medida que avanzaba en la investigación y en las fuentes sobre Guadalupe. Sus cartas (esas maravillosas cartas a san Josemaría), los testimonios de quienes la trataron, los apuntes recogidos en los diarios de los centros del Opus Dei en los que vivió… reflejan una personalidad fuerte, sí, pero sobre todo normal, humilde, que se encontraba con los mismos problemas con los que nos encontramos cualquiera de nosotros en un día cualquiera de nuestra vida corriente.  Y los afrontaba con humor, por Amor. 


                              Guadalupe Ortiz de Landázuri


Y ahí radicaba el secreto: era un alma impactada por el Amor a Jesucristo. Quisiera que el Señor estuviera contento y no pensar más que en él”, escribía. 


Ese era su norte. Y lo retomaba a cada paso, a cada resistencia, a cada error: sabía rectificar con un gesto de humor que denotaba entrega.


                Amparo Ferrando, Cristina Abad y José Carlos Martín de la Hoz

Todo esto y mucho más es lo que afloró en la presentación de este estupendo libro de Cristina Abad, que invita a saber más de esa mujer cercana. Su vida, tan parecida a la de cualquiera de nosotros, nos muestra que si realmente  buscamos a Dios en la vida corriente seremos capaces, si hiciera falta -que la hace- de hacer cosas tan grandes como ella: iniciar una enorme siembra apostólica en México, llena de sentido social para elevar a los más desfavorecidos, por ejemplo. 


Precisamente porque ponemos esfuerzo en cumplir bien nuestras tareas ordinarias, las del aquí, hoy, ahora, estaremos listos para tareas grandes.  Y sabremos afrontar con deportividad también esas otras cosas que no esperábamos pero que la Providencia  nos pone delante.




Y no me resisto a un apunte valenciano. Porque Guadalupe estuvo en Valencia en varias ocasiones. Le trajo aquí precisamente su trabajo profesional. Su tesis doctoral fue una investigación sobre el poder refractario de las cenizas de la cáscara del arroz. Y en 1973 participó en un Simposio sobre el Textil. De su ponencia en ese simposio se hizo eco el periódico Las Provincias, que le hizo una entrevista.





Una mujer trabajadora y cercana, una de nosotros, a la que Dios quiere señalar como compañera y ayuda en nuestro camino hacia el cielo, que eso es la vida. Vale la pena pedirle ayuda práctica para cosas concretas.


Un buen complemento del libro es este estupendo multimedia, que acaba de presentarse en Madrid. 

Y este resumen de los actos de la beatificación: