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martes, 6 de abril de 2010

Manual del escritor.



Manual del escritor. Martín Alonso. Ed. Aguilar






Martín Alonso ofrece en este magnífico libro sabios consejos para quien quiera mejorar su capacidad de expresión y de redacción en lengua castellana. A pesar de que han pasado ya unos años desde la primera edición, no ha perdido novedad. 

He aquí algunas de sus ideas:


-Estilo es maestría para condensar.

-No usar antiguallas de otros tiempos (palabras extrañas ya en desuso).

-Las palabras son las asas de las cosas, los carritos de las ideas.

-Formarse en lo clásico e informarse en lo moderno. Para escribir mejor a la manera moderna hay que conseguir el espíritu clásico de ponderación e instinto vigoroso.

-“Desecha el libro que no logre añadir a nuestra estatura un codo” (Jarnés). Hay tanto que leer, y el tiempo es tan corto, que es preciso seleccionar bien entre lo mejor, y pasar de lo malo (que es lo que más abunda).

-Los buenos escritores son capaces de inclinar a uno u otro lado todo el dinamismo público: por eso debe cuidarlos cualquier sociedad civilizada.

-Cuida a tu editor... (Martín Alonso dedica la Introducción de su libro a hacer una sincera alabanza a Manuel Aguilar, su editor, propietario de ediciones Aguilar, en la que incluye por supuesto a la mujer del editor: toda una lección de lo que debe hacer un escritor que, además de escribir, quiera publicar ;-)

-Conocer e imitar a escritores que han dejado rastro en la historia: con inquietudes espirituales y nobles ideales (Tagore); que se han preguntado y han encontrado la verdad (Alexis Carrel, convertido en Lourdes al catolicismo); Henri Bergson (judío convertido en su fuero interno al catolicismo); Giovanni Papini, gran apologista católico.

-No hay literatura sin ideas.

-El escritor escribe cuando tiene algo de interés que decir.

-En la contemplación artística, la imagen o el goce sensible son concluyentes: si los sentidos, como dice san Agustín, anuncian el juicio de la razón, también gozan ante la belleza antes de todo cálculo racional. Por eso, en la definición de belleza está la prodigiosa fusión de la carne y la mente, del sentido y del espíritu.

-Ejercitar la memoria aprendiendo poesías clásicas.

-El periodista no debe caer en la tentación de la elocuencia: su talento consiste en la prontitud y claridad: exponer el problema, batir al adversario y dar su parecer, sin una palabra que no sea eficaz o inteligible.

-Leer a CalderónEl gran teatro del mundo (modelo de mística popularizada); La vida es sueño (grandeza de ideas); El alcalde de Zalamea (análisis sicológico del protagonista).

-Leer Rimas, de Bécquer, y memorizar alguna: Del salón en el ángulo oscuroPor una mirada un mundo

-Leer a Lope de Vega, luminoso y popular.