El camino de la guerra.
David Irving
Intenso y pormenorizado relato sobre los pasos que dio Hitler desde
que alcanzó el poder en Alemania (en unas elecciones
democráticas) hasta que se desencadenó la segunda guerra mundial.
Publicado en 1990, Irving tuvo acceso a abundante documentación, con frecuencia
inédita, para reconstruir cómo era la Alemania que gobernó Hitler.
El libro aporta rigor, se aleja de lugares comunes, y da luz a los
orígenes de los terribles hechos acontecidos en Alemania y en buena parte de
Europa, que llevaron al mundo al borde del exterminio.
Hitler aparece
no como un loco, como con frecuencia se le ha juzgado por los propios alemanes
como autojustificación. Irving lo ve como un líder con dotes oratorias y de
persuasión fuera de lo común, y con enorme capacidad de gobierno y estrategia
militar y política. Estaba poseído por unas ideas que despreciaban el
cristianismo. Para Hitler el amor a la patria alemana estaba por
encima de cualquier otro sentimiento moral.
El libro ayuda a conocer el funcionamiento de la alta política en aquellos años
cruciales. Documenta con precisión y al minuto encuentros de Estado,
conversaciones diplomáticas, gestiones secretas de los diversos gobiernos, mensajes cruzados, declaraciones públicas…
Espanta la facilidad con que algunos políticos son capaces de exponer a
una nación entera a la guerra, confiados en que la guerra no llegará porque
nadie la quiere y nadie se atreverá a tomar decisiones de fuerza.
Da miedo comprobar la facilidad con que se pueden repetir esos pasos hacia el
abismo, en una espiral de reclamación de derechos (económicos, culturales,
lingüísticos, de esferas de influencia…) El amor a lo propio se corroe cuando
para crecer se ve necesitado del odio a otros.
Es el
peligro de ciertas formas de nacionalismo,
que siempre nacen con apariencia benévola y dulce (amor al terruño) pero pronto
se transforman en cizaña disgregadora, porque dividen y enfrentan.
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