Un proyecto valenciano para
recuperar Notre Dame
Un nuevo y apasionante encuentro
periodístico en la oficina. Esta vez con el joven ingeniero de diseño
industrial Fran Canós. Su proyecto para la restauración de la catedral de París
ha sido seleccionado como uno de los mejores por la plataforma mundial de
arquitectura GoArchitect.
El incendio de Notre Dame sobrecogió
a todo Occidente. Emocionó, impactó, removió algo en el interior de millones de
personas que lo presenciaron en directo o en sus pantallas.
Creyentes y no
creyentes fueron tocados por un cierto sentimiento de “riesgo inminente de
horfandad” si aquel incendio no se apagaba pronto.
Sin acuerdo previo, millares
de personas salieron a las calles de París para contemplar lo que sucedía, y
espontáneamente surgieron cánticos y oraciones de sus gargantas emocionadas…
Apagado el fuego y
comprobados los daños, la respuesta popular fue unánime: había que restaurar
cuanto antes la catedral, porque representa mucho más que un símbolo: es la
raíz de un pueblo que ha crecido y es lo que es gracias al espíritu que ese
templo encarna.
Junto a la voz del pueblo y
los gobernantes, enseguida llegaron las propuestas de los arquitectos. Y entre
ellas la de Fran Canós.
Fran, en cuanto vio el
incendio, supo que aquello debía arreglarse. Y que el arreglo debía respetar la
belleza del original, sin personalismos que, buscando dejar “la firma”, cambian
y a veces destrozan irreversiblemente el monumento y su sentido.
No estaba en su mente que
fuera a ser elegido o nominado, sólo que debería contribuir de alguna manera. Y
se reservó la siguiente tarde del viernes para empezar a trabajarlo. Comenzó acopiando toda la información y planos sobre Notre Dame.
Su proyecto usaría los
mismos materiales nobles empleados en Notre Dame, y aprovecharía la tecnología
actual para dar a la piedra la gracilidad necesaria para encajar con la
anterior sin resultar estridente. Ha ideado unos encajes de piedra que
protegen, realzan y respetan la belleza y el espíritu originario del templo, a la que lo dotan de un relato contemporáneo.
Fran tiene claro que los
primeros arquitectos y constructores de Notre Dame quisieron expresar que toda
magnificencia es poca cuando está destinada al Creador del universo. Y que el
lugar debería facilitar el encuentro con Dios de las personas que elevan a Él
su corazón con sencillez.
El templo es un lugar de oración, y la oración
requiere un ámbito recogido y sencillo, no admite extravagancias ni “afirmaciones”
personalistas que distraigan de lo esencial, que es el culto divino. Y en este caso, además, debía acoger el precioso sentimiento filial de devoción a la Virgen María, Nuestra Señora, Notre Dame, como la llama el pueblo francés.
Fran dedicó horas de trabajo. Introdujo todos los datos en su programa de ordenador, y surgió de la impresora
3D esta preciosa maqueta.
Su proyecto, sencillo,
elegante y respetuoso, acerca a quien lo contempla al sentido de la fe
cristiana. Respeta la misión que le dieron sus primeros constructores, que es
uno de los principios que pasan por alto algunas otras propuestas, más
aparatosas y estridentes que dignas y elegantes. Y le aporta una grata modernidad.
Fran tiene su estudio en Nules. A pesar de su juventud, ha ganado ya numerosos premios y nominaciones, entre otros el premio Reddot Award 2018, un verdadero Oscar del diseño, con este precioso grifo ensamblado, ideal para facilitar la limpieza y eliminar riesgos de averías.
Como todos sus diseños, la idea surge de su mente creativa, que sabe descubrir aspectos mejorables de la vida de las personas y a continuación aplicar su ciencia y su arte para crear entornos más bellos, más prácticos y más cómodos.
Al encuentro con Fran
asistieron periodistas y expertos en arquitectra, diseño e imagen, con lo que es fácil
imaginar la animada tertulia que siguió a su exposición.
Y concluyó con los mejores deseos de todos para que su proyecto para Notre Dame resulte elegido por los franceses.
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