miércoles, 11 de noviembre de 2020

La Valencia Occitana

Lluís Fornés. La Valéncia Occitana. Ed Ajuntament de Valencia       


 

Ensayo sobre los orígenes de la lengua y cultura valenciana, que el autor sitúa en el Languedoc francés. La lengua de Oc, afirma, avanzó lentamente hacia Valencia con la reconquista, que discurría sobre todo por la Cataluña occidental y Aragón.

 

En su avance los reyes de Aragón contaron con un fuerte apoyo de caballeros franceses con sus huestes, y tras ellos de repobladores francos. Según crónicas árabes, citadas por Pilar García Mouton, sólo en el sitio y toma de Zaragoza en 1118 intervinieron 50.000 francos, convocados por el rey Alfonso I el Batallador. Muchos de ellos fueron asentándose en territorios conquistados, y ellos y sus descendientes bajaban hacia el sur en busca de lugares más ricos y fértiles.

 

 La lengua de Oc estaba fuertemente asentada en la corte del rey Don Jaime, ya que él mismo nació y pasó sus primeros años en Montpellier, y tuvo el occitano como lengua materna. Su madre era María de Montpellier



 

Desde el rey don Jaime de Aragón hubo entre Valencia y Occitania (La Provenza, Tolosa, Limoge,...) unos lazos muy fuertes, en directo, al margen de Cataluña. Por ejemplo, según estudios, los antepasados de Ausias March procedían de Marsella, y como otros muchos compatriotas fueron estableciendo posesiones más al sur a medida que avanzaba la reconquista cristiana. Ausias habría nacido en una ciudad de Aragón, y se crió en las posesiones heredadas por su padre entre Gandía y Beniarjó.

 

Fornés sitúa el origen del catalanismo, que defiende que el valenciano procede del catalán, en una invención interesada de la Renaixença barceloní del siglo XIX, con fines político-económicos, para extender su área de influencia en la península. La teoría catalanista se ha extendido desde entonces en territorios valencianos, apoyada tanto por un empeño constante de la burguesía catalana, que ha sabido instrumentar apoyos políticos y no ha escatimado medios económicos, como por uno de los defectos colectivos de los valencianos: la dejadez o meninfotismo hacia los asuntos propios.

 

El hermanamiento entre los pueblos es más fructífero cuanto más cuidado pone cada uno en conocer y cuidar sus propias raíces. Es de las raíces de donde surge la identidad, y con ella los valores que puede aportar al conjunto. Hacer tabla rasa acaba siendo empobrecedor para todos.

 

 


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