Tienen un algo especial esas bellas palabras de san Josemaría, llenas de encanto, emoción y sentido. Es nada menos que su consejo para hacer un mundo más feliz: arrimar el hombro para seguir más de cerca los pasos de Jesús.
Así seremos felices, haciendo felices a los demás.
"Te miro, y hace falta gente como tú". Gente que dice sí, cada día, a la llamada de Jesús a seguirle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario