jueves, 14 de marzo de 2019

La doctora sudafricana Ozo Ibeziako en Valencia



Ozo Ibeziako, doctora en medicina. Un sencillo ejemplo de solidaridad y buen hacer.






Ozo Ibeziako nació en Nigeria, en una familia cristiana. Allí se licenció en medicina, y allí conoció a unas amigas del Opus Dei. Se enamoró del mensaje que difundían sus amigas africanas: Dios nos espera en el trabajo de cada día, en las situaciones corrientes de la vida ordinaria. Y nos espera sobre todo en los demás: “Cualquier cosa que hiciereis por uno de estos, mis hermanos más pequeños, por Mí lo hicísteis”. Aprendió que el esfuerzo por servir a los demás con nuestra actividad profesional ordinaria forma parte de nuestra búsqueda de la amistad con Dios. Esa impronta la fue incorporando con naturalidad a su vida y a su trabajo profesional, la medicina.



Cuando el Opus Dei iba a comenzar su labor apostólica en Sudáfrica, a la doctora Ibeziako  le pareció natural ofrecerse para trasladarse allí y ayudar en los comienzos. Recomenzó su carrera profesional. En estos momentos es profesora en la Facultad de Medicina de Pretoria, directora de recursos humanos de 15 ambulatorios de Johanessburgo, y pasa consulta como médico de familia. 


La Medicina de Familia es su especialidad. Ha ampliado estudios en la Universidad de Navarra, con un master en Humanismo y Familia,  porque quería potenciar su capacidad de atender a sus pacientes. Porque la buena medicina no sólo intenta curar, sino además cuida, escucha, se hace cargo de los problemas del entorno familiar y social de cada persona, muchas veces determinantes de la salud corporal. Y se hace cargo de que cada paciente es persona, digna de ser tratada como tal. 




La humanidad de la doctora Ozo le llevó a descubrir pronto que la en apariencia boyante capital de Sudáfrica vive rodeada de un inmenso cinturón de miseria. Son los seis barrios periféricos en los que durante el apartheid los africaners confinaron a los africanos de diversas etnias.  Les expropiaron los campos en que vivían,  les obligaron a trasladarse, y les encerraron allí, como en campos de concentración. Hasta hace bien poco cada barrio estaba rodeado de alambradas, y no se podía salir sin pasaporte. Ahora ya no hay alambradas, pero persisten las murallas de la pobreza.




Uno de esos barrios periféricos es Alexandra. No tiene alcantarillado, ni agua, ni electricidad,… Allí malviven más de medio millón de habitantes. La droga, la prostitución y la violencia son el pan de cada día. En ese clima crecen los niños, en familias en las que con frecuencia no hay padre, y es la madre la que tiene que buscar alimento diario para sus niños. El paro juvenil ronda el 75 %, y esos niños crecen desmotivados para el estudio. Y sin estudio no se puede alcanzar un buen trabajo profesional. Es el círculo de la pobreza y la marginación, que se cierra sobre los jóvenes, quitándoles la esperanza y el futuro. 




Entre los jóvenes, las chicas lo tienen peor aún. No es infrecuente que piensen en la prostitución como salida, y acaben en ella, porque hay que comer… La doctora Ozo, con otras colegas, se propuso ayudar a romper ese círculo vicioso de miseria que se cierne sobre las niñas de Alexandra. Ideó el proyecto Art of Living, por el que ya han pasado más de 500 niñas del barrio. 


Primero visitan a las familias, les explican su idea, y luego hablan una a una con las niñas. Han desarrollado un programa de tutorías personalizadas. Niña a niña, porque cada una es un ser único, se interesan por sus problemas e inquietudes. Y les hacen ver sus capacidades, y les ayudan a descubrir lo mucho que valen, a confiar en sí mismas, a que descubran que pueden usar su inteligencia para aprender, su fuerza de voluntad para alcanzar objetivos. Y les abren un abanico de posibilidades profesionales, las adecuadas a cada una, y les ayudan a que rebrote en ellas el sano orgullo de ser persona, con toda la dignidad que conlleva.


Y esas niñas, antes abandonadas a su suerte y desmotivadas, empiezan a estudiar. Se saben queridas. Y acaban sus estudios primarios, y acceden a los secundarios con buenas notas. Varias que jamás soñaron con alcanzar la universidad ya han conseguido las becas necesarias.


Todo esto es posible, dice la doctora Ibeziako, porque ya son más de cien las voluntarias que colaboran en el programa de tutorías. Lo hacen en su tiempo libre, que no es mucho. Bastantes de las voluntarias proceden de las mismas niñas del barrio de Alexandra, que ya han conseguido un empleo y ahora desean ayudar como forma de agradecer lo que recibieron.



“Es un verdadero Harambee”, explica Ibeziako, con una agradecida referencia al nombre de la ONG que le acaba de otorgar el Premio a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Harambee en suahili significa que, cuando hay un problema, todos a una nos ponemos a remediarlo.



La doctora Ibeziako ha estado en Valencia, invitada por el equipo de voluntarios de HarambeeVLC. Sólo han sido 24 horas, porque le espera su arduo trabajo en Sudáfrica. Pero han sido 24 horas intensas. 




Nada más llegar fue entrevistada por Luis Agudo en la emisora de radio COPE-Valencia, y saludó al jefe de informativos Vicente Ordaz






A continuación, un paseo por Valencia a través de la plaza del Ayuntamiento, donde ya estaba todo preparado para la mascletá típica de los días falleros, la llevó hasta la redacción de la agencia AVAN, donde se formó una simpática tertulia entre los periodistas Eduardo Martínez, Eva Alcayde, Belén Nava y Amparo Ferrando, y fue entrevistada para el semanario Paraula y La 8 TV-Mediterráneo.




Y de la sede de AVAN a la Oficina de Comunicación del Opus Dei, donde la periodista María Huguet le grabó varias declaraciones para un audiovisual. Con el tiempo justo para dar comienzo al almuerzo informativo con varios profesionales del periodismo, la comunicación, la moda y la sociología de las migraciones. Un interesante encuentro multidisciplinar, que dio luz a los verdaderos problemas de África, no bien entendidos ni atendidos por los países más desarrollados.





La clave es la formación, resaltaba la doctora Ozo y apoyaba el migrólogo Papa Balla Ndong. “Si educas a la mujer, el país entero sale adelante.” Y quedaba patente el acierto de los proyectos de Harambee, relacionados especialmente con la educación y la atención sanitaria, realizados por los propios africanos en sus países. 


“Lo que necesitan los países del África subsahariana es que les ayudemos a crear ambientes favorables al desarrollo de la persona, condiciones de vida dignas y libres de corrupción. Nadie quiere dejar su tierra si allí se puede desarrollar como persona.” Se hicieron eco del encuentro Héctor González, en Esdiario, e Isabel Domingo, en Las Provincias.





Y para terminar el intenso día, el Encuentro Solidario organizado por los voluntarios de Harambee enValencia, un equipo creciente de año en año. Reunió al anochecer en El Mirador de Comedias a  cerca de un centenar de amigos de Harambee, con amplia mayoría de profesionales valencianas, promotoras del homenaje. Javier García, CEO de Oongaku, puso el sonido, e Isabel Solano la fotografía. 




Una tertulia entrañable, presentada por Julio Herrero, en la que la doctora Ozo mostró con sencillez y cercanía, sin darse importancia, la realidad de la vida en esos barrios de Johanessburgo a los que todavía no alcanza su proyecto. Los fondos recogidos aquí servirán para ampliar su alcance.



Pero el verdadero fruto de este viaje es el hondo sentimiento de solidaridad que ha despertado en todos nosotros el ejemplo de buen hacer y sencillez de la doctora Ibeziako. All together for África.











miércoles, 13 de marzo de 2019

Rebelión en la granja


Rebelión en la granja. George Orwell (1903-1950)



Hay autores que saben mirar a su alrededor con ojos libres, y extraen una predicción sabia del futuro al observar con sentido común la evolución de los acontecimientos y las políticas de los gobernantes. George Orwell ha sido  uno de los más preclaros en tiempos recientes. Tanto Rebelión en la granja, escrita en 1945,  como 1984, publicada en 1949, son dos avisos a sus coetáneos, y a la posteridad, para que sean conscientes de lo que se les viene encima si se dejan embaucar por la retórica ideológica.


G. Orwell nació en la India, en el seno de una acomodada familia de funcionarios británicos. Estudió en Eton, pero renunció a un futuro cómodo porque le disgustaba e inquietaba el papel de Inglaterra en el Imperio británico. Se hizo socialista. A los 35 años, en 1938, vino a España para luchar en la guerracivil en el bando republicano. Y como tantos jóvenes que lucharon junto a los comunistas contra las tropas de Franco, se convirtió en un acérrimo anticomunista. Como escribe Charles van Doren,  al igual que otros, sintió que los comunistas habían traicionado la revolución española, y nunca se lo perdonó, ni a ellos ni a la Unión Soviética, de la que procedían principalmente.”

                                               George Orwell

Rebelión en la Granja es una de las mejores fábulas políticas que se han escrito. Orwell vuelca en ella su experiencia en la guerra civil española, su ilusión inicial y su pronto desengaño. Los animales se rebelan contra el granjero. Quieren gobernar por ellos mismos, al grito de “todos los animales son iguales”. La frase queda  grabada a la vista de todos, como expresión de la nueva revolución que traerá la igualdad y la felicidad soñadas para siempre.


Pero enseguida los cerdos, al parecer más inteligentes, empiezan a ser los que toman las decisiones, mientras a los demás les toca trabajar y obedecer. Hasta que una buena mañana los animales descubren, perplejos, que alguien ha completado la frase bandera de la revolución: “…pero algunos son más iguales que otros.


La distorsión del lenguaje ha caracterizado a todas las tiranías de nuestro tiempo. Y las sigue caracterizando. Esa retórica sentenciosa de los cerdos es la retórica de los políticos y manipuladores de la historia y la cultura.


Orwell la trata magistralmente también en otro de sus libros premonitorios: 1984.  Publicado en 1949, anticipa el control tiránico, sutil y omnipotente, del Gran Hermano, que vigila permanentemente para que nadie disienta –¡¡ni de pensamiento!!- de la ideología oficial.





El Gran Hermano impone su neolengua, en la que las palabras se emplean para mentir, y no para decir la verdad. Y como el poder tiránico del Gran Hermano no entiende de bromas ni está dispuesto a veleidades, crea un cuerpo de policía especial, la Policía del Pensamiento para controlar hasta las palabras que empleamos (¡¡ay del que las pronuncie!!). Y, por supuesto, hasta el sexo: una fuerza y un poder demasiado importante como para dejarlo en manos de personas libres. El Gran Hermano mete también ahí sus pezuñas.


Orwell vió venir ese encarcelamiento de las libertades, y nos advirtió con tiempo. Son tiempos de no dejarse embaucar, y para ello fortalecer el sentido crítico ante lo que nos intentan vender los embaucadores de turno. Y resistir a ciertas censuras. Si queremos vivir en libertad, claro.

P/D: vean por ejemplo esto









viernes, 15 de febrero de 2019

Una profe de Química entusiasmada con su trabajo


La libertad de Amar, Ediciones Palabra. Cristina Abad Cadenas



La decisión del Papa Francisco de beatificar a Guadalupe Ortiz de Landázuri, primera laica del Opus Dei en subir a los altares, ha puesto a esta mujer sencilla e intrépida en el centro de las miradas. 



Para dar ese paso el Papa Francisco, a propuesta de la Congregación para las Causas de los Santos,  ha constatado la creciente difusión entre los cristianos de la fama de santidad de Guadalupe. Y no solo entre las personas que asisten a las actividades de formación cristiana que organiza la prelatura delOpus Dei. 




La figura de Guadalupe como ejemplo e intercesora trasciende las fronteras geográficas e institucionales. No en vano los santos son de todos, y en el cielo viven como nadie la comunión de la Iglesia.


La aprobación por el Papa  de un milagro obtenido por  intercesión de Guadalupe es solo la punta del iceberg de un cúmulo de favores obtenidos por personas que buscan su ayuda sobrenatural ante los problemas de la vida cotidiana.  Esa vida cotidiana que ella supo transformar en ocasión de encuentro con Dios, que eso es la santidad. El milagro es el dedo de Dios que señala a una persona con fama de santidad para que sea propuesta oficialmente como modelo.


La periodista Cristiana Abad aborda  en este libro quién era y cómo vivió Guadalupe, y qué podemos ver en ella que nos sirva para nuestra vida. Guadalupe no le resultaba simpática al principio, confiesa. Le resultaba todo demasiado extraordinario y lejano: el entusiasmo por la química, el optimismo a prueba de bomba, la valentía e intrepidez, el cargar con importantes tareas de gobierno, la capacidad de conciliar obligaciones familiares, profesionales y formativas y de gobierno en el Opus Dei…



Pero la antipatía se fue desvaneciendo a medida que avanzaba en la investigación y en las fuentes sobre Guadalupe. Sus cartas (esas maravillosas cartas a san Josemaría), los testimonios de quienes la trataron, los apuntes recogidos en los diarios de los centros del Opus Dei en los que vivió… reflejan una personalidad fuerte, sí, pero sobre todo normal, humilde, que se encontraba con los mismos problemas con los que nos encontramos cualquiera de nosotros en un día cualquiera de nuestra vida corriente.  Y los afrontaba con humor, por Amor. 


                              Guadalupe Ortiz de Landázuri


Y ahí radicaba el secreto: era un alma impactada por el Amor a Jesucristo. Quisiera que el Señor estuviera contento y no pensar más que en él”, escribía. 


Ese era su norte. Y lo retomaba a cada paso, a cada resistencia, a cada error: sabía rectificar con un gesto de humor que denotaba entrega.


                Amparo Ferrando, Cristina Abad y José Carlos Martín de la Hoz

Todo esto y mucho más es lo que afloró en la presentación de este estupendo libro de Cristina Abad, que invita a saber más de esa mujer cercana. Su vida, tan parecida a la de cualquiera de nosotros, nos muestra que si realmente  buscamos a Dios en la vida corriente seremos capaces, si hiciera falta -que la hace- de hacer cosas tan grandes como ella: iniciar una enorme siembra apostólica en México, llena de sentido social para elevar a los más desfavorecidos, por ejemplo. 


Precisamente porque ponemos esfuerzo en cumplir bien nuestras tareas ordinarias, las del aquí, hoy, ahora, estaremos listos para tareas grandes.  Y sabremos afrontar con deportividad también esas otras cosas que no esperábamos pero que la Providencia  nos pone delante.




Y no me resisto a un apunte valenciano. Porque Guadalupe estuvo en Valencia en varias ocasiones. Le trajo aquí precisamente su trabajo profesional. Su tesis doctoral fue una investigación sobre el poder refractario de las cenizas de la cáscara del arroz. Y en 1973 participó en un Simposio sobre el Textil. De su ponencia en ese simposio se hizo eco el periódico Las Provincias, que le hizo una entrevista.





Una mujer trabajadora y cercana, una de nosotros, a la que Dios quiere señalar como compañera y ayuda en nuestro camino hacia el cielo, que eso es la vida. Vale la pena pedirle ayuda práctica para cosas concretas.


Un buen complemento del libro es este estupendo multimedia, que acaba de presentarse en Madrid. 

Y este resumen de los actos de la beatificación:









martes, 29 de enero de 2019

Premio Harambee Diseños que Cambian Vidas




Una fiesta de arte y solidaridad


El Palacio de la Exposición de Valencia ha acogido un desfile de moda africana, organizado por el equipo de Moda de la Fundación COSO y los voluntarios valencianos de la ONG Harambee, y apoyado por un gran número de especialistas de la moda, el periodismo y la comunicación.







El objetivo no podía ser mejor: conseguir becas para que mujeres africanas puedan seguir estudios de Corte y Confección en su país y alcanzar un futuro profesional para salir del círculo de pobreza que les atenaza.





El desfile ha mostrado a los asistentes las propuestas finalistas de los más de 30 concursantes que se han presentado a la primera edición del Premio Diseños que Cambian Vidas.




Junto al objetivo solidario con África, el certamen busca también reconocer el joven talento de diseñadores de toda España, y se han presentado a la convocatoria estudiantes de escuelas como Cánem, Andrespert, EASD (Escuela Superior de Arte y Diseño de Valencia), Barreira Arte y Diseño,  y  la Escuela de Diseño de la Universidad de Navarra.




La ganadora de esta primera edición, Lidia Herrero Vilches, estudia en la EASD de Valencia, y se alzó con el galardón con su colección Garab, una colorida propuesta inspirada en valores propios de la mujer africana, como la valentía y la reciedumbre, la capacidad y la competencia. Recias como sus árboles, que eso significa Garab.





Para esta primera edición, Fundación COSO y Harambee  han contado con un jurado técnico  de primer nivel, que ha sido responsable de dar seguimiento a todo el proceso de producción de las propuestas de los diseñadores. Las diseñadoras Presen Rodríguez y Dolores Cortés, el Presidente del Gremio de Sastres y Modistos Fran Tronchena, el migrólogo Papa Bala Ndong, la figurinista Elena Regadera y la periodista experta en moda, Susana Golf.





Todos ellos se dieron cita en un evento que contó con más de 300 asistentes, y con destacados representantes del mundo de la política, la moda, la música y el arte. El Palacio de la Exposición lucía como en sus mejores días.


Inspiración por África

El desfile de moda africana y la entrega del galardón estuvo amenizado por XelaV, una cantante profesional de la prestigiosa Escuela de Música Berklee, que puso voz a una pieza musical que ha sido creada en exclusiva para este certamen y para Harambee, por Javier García, de CEO de Oongaku.  

Una pieza muy expresiva: “Many dreams we have… We trust in Harambee.”




Este es el original inglés:

Many dreams we have
Theirs are not the same
This is about living
This is about chance

We believe in people
We trust in Harambee
Every good action
It's cause we got the faith

Flying high
sharing hope          
that’s the magic around Harambee

Designs with soul
for Africa
That’s why all of us love Harambee


Flying high
sharing hope          
that’s the magic around Harambee

Designs with soul
for Africa
That’s why all of us love Harambee





 ("Tenemos muchos sueños,
los suyos no son los mismos.
Esto va sobre vivir,
esto va de oportunidades.

Creemos en las personas,
confiamos en Harambee.
Cada buena acción
es porque tenemos fe.

Volando alto
compartiendo esperanza
esa es la magia que rodea a Harambee

Diseños con alma
para África
Por esto amamos a Harambee


Volando alto
compartiendo esperanza
esa es la magia que rodea a Harambee

Diseños con alma
para África
Por esto amamos a Harambee.)





Sí, son sueños de volar alto y dar oportunidades de una vida más digna a miles y miles de africanos. Los proyectos de Harambee han cambiado ya la vida a millares de personas en África, pero es poco comparado con las necesidades y con nuestros sueños de un desarrollo sostenible que convierta todo el continente en un lugar idóneo para realizarse como seres humanos.



Admira el corazón grande de tanta gente buena que ha hecho posible el evento. Y  su profesionalidad. La maravillosa sala noble del Palacio de La Exposición de la capital del Turia desbordaba luz y color, alegría y arte, buen hacer y deseo de ayudar. Y todo “por amor al arte”, esta vez con toda la propiedad y con el sentido más digno de la expresión.  Altruismo y entusiasmo, que eso significa Harambee. El objetivo lo merece. 






A los ya citados hay que añadir la generosa y entregada colaboración de la Escuela de Danza de Torrent, encargada de abrir el espectáculo con un recital de bailes artísticos y coloridos; la Escuela de Modelos de Carmen Durán; la Escuela de Maquillaje Let’s Make UpSchool; y tantos voluntarios y colaboradores de Harambee.  



El Premio ha sido patrocinado por el Instituto de Dermatología y Medicina Estética, IVADE, y ha contado con la colaboración especial del Ayuntamiento de Valencia y Neus Fabregas, concejal de Desarrollo y Cooperación.


En la pasarela, los más de 300 asistentes pudieron disfrutar de las creaciones de Cinthya Cubillo, Joaquín Fuster, Juanma Monrós, Lara Ruiz, Cristina Balaguer, Alba García, Maite Juaristi, Lidia Herrero, Eva Lahuerta, María de Belén Aznar, Miriam Turiel y Germán Carmona.




También hubo un recuerdo especial para el diseñador Elio Berhanyer, Premio Nacional de Moda de 2011 recientemente fallecido y que colaboró con COSO Moda en sus inicios.





Becas para el futuro




Con los donativos de la entrada al desfile, Harambee podrá enviar becas para que niñas africanas puedan formarse profesionalmente en Corte y Confección en la Escuela del  Centro Rural Ilomba, de Costa de Marfil. En los tres años que Diseños que Cambian Vidas lleva en funcionamiento, se han conseguido 70 becas para fomentar la formación profesional de la mujer y proporcionarles un futuro más allá del campo y el cuidado familiar.




Harambee es un proyecto internacional de comunicación y solidaridad con África, a través de la cooperación directa con los africanos y de la sensibilización en el resto del mundo. Apoya proyectos educativos y sanitarios en países del África subsahariana, especialmente los relacionados con la promoción y empoderamiento de la mujer. Ya ha atendido cerca de un centenar de proyectos, en más de veinte países, de los que se benefician millares de personas.











Un proyecto así no puede dejar de abrirse camino cada día en más corazones generosos de aquí, y cada día cambiar el horizonte vital de más personas en África. Soñemos juntos: Harambee.





Las fotografías son de Isabel Solano. Y este video fantástico de María Huguet: