Aquilino Polaino-Lorente
Ed. Planeta
El doctor Aquilino
Polaino, prestigioso siquiatra, nos relata en este libro su experiencia
sicológica y vital tras sufrir un accidente que le llevó al borde de la muerte.
Finalmente se recuperó tras varios días en coma y una lenta y penosa convalecencia.
La traumática experiencia
provocó una honda transformación en las relaciones personales del doctor
Polaino. De pronto descubre, con inusitada claridad, que lo importante ya no es
ser querido, sino querer libre y voluntariamente a los demás, y aprender a
percibir el cariño que los demás nos prodigan.
Sin teorías, de manera
vital, surge el descubrimiento de que debemos vivir “descentrándonos”, pensando
más en los demás que en nosotros. Porque nuestra vida no tiene su centro en
nosotros, sino parcialmente fuera, ya que es construida no sólo por nuestra
acción, sino por el conjunto de acciones de los que nos rodean respecto a
nosotros. Por eso, el verdadero “centramiento” es estar descentrados, fuera de
nosotros: pensando en los demás y ayudándoles.
Un descubrimiento vital
acerca de nuestra realidad más profunda como personas. Debería decirnos mucho a
todos en esta época de individualismo exacerbado. Es una invitación al cambio
de perspectiva, para hacer el mundo más humano.
Como escribe en el
prólogo José Luis Pinillos, el libro es “un documento psicológico de valor
excepcional que contribuye a desvelar los secretos mecanismos de una conciencia
in statu nascendi. Se trata, por supuesto, de un relato privilegiado donde un
hombre que vuelve del reino de las sombras narra el drama de su reincorporación
a este mundo. Excepto que el libro es más que eso. Lo importante es que esa
reincorporación se produce en un clima de relaciones interpersonales donde se
hacen visibles espacios recónditos que el ajetreo de la vida cotidiana impide
contemplar. El resultado del proceso es una rinàscita en el más elevado sentido
de la palabra”.
Hay una enorme lógica
coincidente entre estos testimonios “reales como la vida misma” y la enseñanza
cristiana. Hace no muchos años oí predicar a don Álvaro del Portillo, con frase gráfica, que
no podíamos “girar en la órbita del yo”, sino en la órbita de Cristo, y por
Él en la de los demás.
Más recientemente nos ha
recordado el Papa Francisco la misma
idea, animándonos a “poner a Cristo y a los demás en el centro” de
nuestras vidas.
El libro tiene el
valor añadido de que el autor, experto siquiatra, habla con precisión científica y técnica
de los sucesos que experimentó en primera persona.
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