Aprender a perdonar. Un precioso testimonio sobre el valor de la oración cristiana y su fruto: el perdón y la paz, aprendido en el espíritu de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.
martes, 4 de abril de 2017
Perdón: el camino de la paz
Aprender a perdonar. Un precioso testimonio sobre el valor de la oración cristiana y su fruto: el perdón y la paz, aprendido en el espíritu de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.
martes, 14 de marzo de 2017
Cálido viento del norte
José Miguel Cejas nos acerca en este libro a un conmovedor conjunto de historias, cuyos protagonistas viven en los países nórdicos: Suecia, Finlandia, Noruega, Islandia, Groenlandia. Tienen en común su condición de testigos de la acción de Dios en sus vidas, ese Dios cuyos caminos son imprevisibles, pero que no deja de arreglárselas para actuar en la historia a través de personas que le escuchan. Comparten el despertar de un creciente interés por Jesucristo y por el cristianismo, en un ambiente que parecía definitivamente cerrado a la presencia de Dios.
Son personas y
familias normales, a las que suceden
cosas normales. Y de vez en cuando, como a casi todas las personas y familias
normales, también les suceden cosas extraordinarias, de cuyo carácter
sobrenatural son plenamente conscientes. Hechos extraordinarios que no
aparecerán en ningún noticiario, pero que han marcado sus vidas para siempre,
señalando un camino hacia Dios para su existencia.
**
Finlandia, por
ejemplo, es un país muy secularizado. Como relata uno de los personajes, la segunda
guerra mundial hizo caer a muchos en el alcoholismo. Sufrieron la influencia del
materialismo socialista ruso, y después del materialismo sueco. Luego vino la
revolución sexual del 67. Todo eso destruyó la familia. La mayoría de los hijos
nacían fuera del matrimonio, desapareció la fidelidad conyugal y se corroyeron
tradiciones cristianas de siglos. La inmensa mayoría de padres mantienen una
relación muy fría y distante con sus hijos.
En los años 70 y 80 del siglo XX, los finlandeses que viajaban a países como Italia, Austria o España se
sorprendían al ver iglesias abiertas y muchas imágenes de la Virgen
María. Cuando regresaban a Finlandia les impactaba el vacío. Ese
vacío interior y esa insatisfacción que genera el materialismo les helaba el
corazón. Un hielo para el que no está hecho nuestro corazón, que necesita amar.
Y surge la sed de un amor que llene la existencia: la sed Dios.
El Espíritu
Santo actúa apoyado sobre la oración perseverante y el ejemplo optimista de
cristianos que permanecen fieles, y hablan: porque “siempre hay que dar la
palabra acerca de Dios, aunque nos parezca que cae en el vacío”.
**
Dios actúa mediante
cosas tan sencillas como la alegría de
vivir de una familia católica, reunida para comer a la hora del
almuerzo. En esos países de frío
individualismo lo normal es que cada cual pilla lo suyo de la nevera, lo
deglute y se encierra en su habitación, en sus cosas. No hay convivencia, en
cada casa sólo hay una suma de individuos.
Y el nórdico que
asiste por primera vez al espectáculo de una
familia católica reunida entorno a la mesa, comprende de pronto que hay
algo más que el mero comer, que la familia reunida en torno a la mesa es un
signo exterior de humanidad, de calor y alegría de vivir. Descubre que el
cristianismo transmite amor, cuidado de unos por otros. Y es el comienzo de una
conversión al catolicismo.
**
Dios se sirve también de los
escritos de los santos para mover los corazones. El joven Anders
Arbolerius, luterano, se siente golpeado en el corazón
cuando lee en “Historia de un alma”, de santa Teresa de Lisieux, estas
palabras: “Oh Jesús, amor mío, por fin he encontrado mi vocación: mi vocación
es el amor.” Y sin saber cómo, sin que antes se le hubiera pasado por la cabeza
semejante cosa, siente que debe ser católico y ordenarse sacerdote. Ahora es el
obispo católico de Estocolmo, el primero desde la reforma protestante.
Detrás de cada
conversión hay siempre alguien que reza: la madre Tekla
Famiglietti, abadesa
general de la orden de santa Brígida de Suecia, veía con frecuencia a Anders corretear por el convento cuando acudía con su madre, y
rezaba por él.
**
Muchos empiezan a
descubrir ahora el valor de la familia, que es
el canal de transmisión de los valores. Se ha confiado demasiado en el
sistema educativo que diseñan los gobiernos. Pueden ser técnicamente magníficos,
pero los contenidos que transmiten pueden ser muy discutibles. Si ocupa el
gobierno gente sin valores, el sistema puede ser venenoso para los jóvenes, si transmite ideologías antinaturales. Un
pedagogo que domine la técnica puede enseñar inmoralidades con perversa eficacia.
La mejor educación no insiste en sacar buenas notas, sino en ser buenas
personas, y en eso la familia es insustituible.
**
Conocer la historia de la Iglesia es otro camino del que Dios se sirve para acercar a las personas a la verdad. Contra lo que han difundido bulos y estereotipos, se descubre la importancia que el catolicismo ha dado siempre a la razón y al pensamiento inteligente, que no se opone a la fe sino que ayuda a profundizar en ella y a entenderla mejor. Y que las guerras de religión no fueron sólo ni principalmente de religión, sino que tuvieron unas fuertes motivaciones políticas, económicas y culturales.
Y muchos descubren estudiando que gran parte de los cimientos de la civilización occidental han sido puestos por la Iglesia: fundó las primeras universidades porque enseña que el saber es para compartirlo; fundó hospitales (porque los enfermos son hijos de Dios y hermanos nuestros)... Y sobre todo difundió la caridad con todos y la igualdad entre hombres y mujeres. Una igualdad que no fuerza a las mujeres a imitar a los hombres, sino que les permite desarrollar toda su potencialidad y dignidad femenina, como mujeres, madres e hijas. La criatura predilecta de Dios es una mujer: María (que significa en arameo Reina, Señora, Emperatriz)
**
Conocer la historia de la Iglesia es otro camino del que Dios se sirve para acercar a las personas a la verdad. Contra lo que han difundido bulos y estereotipos, se descubre la importancia que el catolicismo ha dado siempre a la razón y al pensamiento inteligente, que no se opone a la fe sino que ayuda a profundizar en ella y a entenderla mejor. Y que las guerras de religión no fueron sólo ni principalmente de religión, sino que tuvieron unas fuertes motivaciones políticas, económicas y culturales.
Y muchos descubren estudiando que gran parte de los cimientos de la civilización occidental han sido puestos por la Iglesia: fundó las primeras universidades porque enseña que el saber es para compartirlo; fundó hospitales (porque los enfermos son hijos de Dios y hermanos nuestros)... Y sobre todo difundió la caridad con todos y la igualdad entre hombres y mujeres. Una igualdad que no fuerza a las mujeres a imitar a los hombres, sino que les permite desarrollar toda su potencialidad y dignidad femenina, como mujeres, madres e hijas. La criatura predilecta de Dios es una mujer: María (que significa en arameo Reina, Señora, Emperatriz)
**
En el libro se
cuentan también los primeros pasos del Opus
Dei
en Escandinavia, de la mano de Juan Luis Bernaldo y Richard Hayward. Allí llegó
la Obra por el interés de san Juan Pablo II, que deseaba impulsar la
cristianización del Norte de Europa y animó al beato
Álvaro del Portillo a comenzar pronto en esos países.
Desde 1983, “de amigo a amigo se van enlazando historias, porque el Opus Dei se
difunde en el mundo por medio de la amistad.”
**
Todo el relato refleja un hondo
sentido ecuménico presente entre los creyentes:
católicos, luteranos, protestantes y ortodoxos estrechan lazos anhelando una
unión en la verdad de Jesucristo que no puede estar lejana cuando les vemos con
la apertura de corazón que reflejan las vivencias recogidas. Como los muebles
donados por el pastor luterano para que sus amigos católicos del Opus Dei
puedan instalar una residencia de estudiantes…
Etiquetas:
cristianismo,
Dios,
ecumenismo,
educación,
Jesucristo,
José Miguel Cejas,
Juan Pablo II,
Noruega,
Opus Dei,
religión,
Virgen María
miércoles, 8 de marzo de 2017
Libertad de expresar lo que se cree
Me comentaba una periodista, que ha vivido muchos años en otro país, su extrañeza ante la respuesta de muchos españoles, cuando les preguntan por su religión: “Creyente no practicante”. ¿A qué se debe ese oxímoron tan contradictorio?, me preguntó.
Pienso que no se puede generalizar. Pero
un factor común a las posibles respuestas sería la debilidad. Debilidad de
pensamiento (no tomarse la molestia de pensar libremente, y así descubrir las profundas verdades antropológicas que contiene la fe cristiana). O debilidad de ánimo
para expresar lo que se piensa, por temor al juicio ajeno. Una falta de
fortaleza que deja a merced de la corriente dulzona y apática de lo que piensan
otros.
Lo expresa bellamente el famoso cuadro de Norman Rockwell "La Bendición de la mesa". Las miradas cínicas o despectivas no deberían ser causa de que un cristiano dejara de expresar externamente su fe y su agradecimiento a Dios, fuente de todo bien, porque por su bondad podemos alimentarnos cada día. La mujer y el niño de la escena rezan, a pesar de su debilidad son fuertes.
Silvio Pellico (1789-1854), encarcelado
en Austria por razones políticas, cuenta en su estupendo libro “Mis prisiones” que en
la cárcel descubrió la grandeza de la fe católica. Con otro joven compañero de
prisión hablan de la armonía entre cristianismo y razón, de cómo sólo la
religión católica era capaz de resistir la crítica, de la excelencia de su
moral.
Y se preguntan si al salir de la cárcel serán tan pusilánimes como para no confesar su fe, que ahora ven tan evidente, si se dejarán impresionar por el qué dirán los demás. Pellico responde por los dos: "El colmo de la vileza es ser esclavo de los juicios ajenos cuando se tiene la persuasión de que son falsos. No creo tal vileza en ti ni en mí, ni que la tengamos nunca."
Harambee: Salvad los valores africanos
No es fácil encontrarse con una profesora de filosofía política que hable con la precisión de conceptos y libertad de mente con que lo hace Antoinette Kankindi. Nacida en Congo, lleva 15 años dando clases de Ética y Filosofía Política en la Strathmore University of Nairobi, en Kenya, y formando a mujeres para que lideren la promoción de la mujer en el ámbito rural y en los suburbios de las grandes ciudades.
La profesora Kankindi sabe salirse del manido y vacío discurso
que impera en las democracias liberales occidentales, y pone el dedo en la
llaga de los verdaderos problemas de África. Problemas en buena parte generados
y mantenidos por esas mismas democracias, que hicieron estragos durante el colonialismo
y ahora los siguen perpetrando quizá a mayor escala, imponiendo ideologías que
se oponen frontalmente a valores sagrados de África.
Familia, solidaridad y hospitalidad –señala Kankindi-
son tres de los pilares del
alma africana. A la familia en que nacemos se lo debemos todo: vida, cuidados, educación.
Sin familia no somos nadie, nos despersonalizamos,
nos convertimos en un número para la fría estadística de los políticos. El modelo que ofrece Occidente
está destrozando la familia en África (y en Occidente, claro).
El alma africana es solidaria. Cada pueblo es una familia de familias, y cada cual sabe que en la desgracia los demás le ayudarán sin necesidad de pedirlo. Esa solidaridad es el mejor seguro. Occidente exporta un modelo competitivo e insolidario, en el que cada cual pugna por lo suyo contra los demás.
África es hospitalaria. Las puertas de sus
casas siempre han estado abiertas al forastero. A los huéspedes se les ofrece lo mejor. Occidente exporta un individualismo desconfiado,
que cierra puertas. En Occidente ya no vemos otra cosa en el visitante que negocio:
turismo.
Antoinette Kankindi lucha por preservar y
potenciar esos valores, de los que Europa debería aprender. “¿Puede un europeo
aprender algo de África?”, le pregunta un doctorando en la Universidad Católica de Valencia. “Un europeo piensa que no tiene nada
que aprender de África. Pero un europeo humanista,
sí. Puede aprender por ejemplo la inutilidad del consumismo”, es la sabia respuesta de Kankindi.
"Una mujer que vive en el campo en África no necesita que le envíen zapatos para sus hijos. Lo que necesita es que le enseñen que con sus habilidades puede emprender un pequeño negocio, y con él pagará el sustento y el colegio de toda la familia". Esa formación para el emprendimiento permite desarrollar una economía más sostenible, por que las familias permanecen en su habitat natural, y así cuidan la naturaleza. Y se evitan la tragedia de la emigración hacia las grandes ciudades, cuyos suburbios son bolsas de miseria, llenas de peligros sobre todo para la mujer.
Con los escasos recursos de que dispone, la profesora Kankindi ha desarrollado con éxito su iniciativa African Women Leadership, y ahora la desea ampliar para que más mujeres africanas se beneficien. Por eso ha recibido el Premio Harambee 2017 a la Igualdad y
Promoción de la Mujer Africana: cien mujeres como ella cambiarían el mundo.
lunes, 27 de febrero de 2017
Encontrar a Dios en la vida ordinaria
Les dejo este simpático programa @encuentrosTVM de TV Mediterráneo de Valencia, que se emitió el pasado sábado. Con motivo de la elección del nuevo prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, varios miembros del Opus Dei nos cuentan cómo viven la fe cristiana en su vida ordinaria.
lunes, 9 de enero de 2017
Cómo defender la fe sin levantar la voz
Cómo
defender la fe sin levantar la voz
Austen Ivereigh y Yago de la Cierva
Ed. Palabra
En el año 2010 el Papa Benedicto XVI viajó al Reino Unido, un país en el que la percepción pública de la Iglesia católica ha sido negativa durante siglos. Un pequeño grupo de católicos de a pié –estudiantes y jóvenes profesionales, “con trabajo, hijos e hipotecas que atender”- vieron en la visita del Papa una oportunidad: podrían ofrecerse a los medios de comunicación para contar la realidad que ellos vivían en la Iglesia, muy distinta de la percepción negativa reinante en su país. Y se prepararon a conciencia.
Así nació Catholic Voices, que desde entonces realiza una importante labor de comunicación en el Reino Unido. Su presencia es solicitada por los medios en los debates que afectan a la vida de la Iglesia. Su ejemplo ha cundido en otros países.
Este libro recoge parte del trabajo de Catholic Voices. Son
“respuestas civilizadas a preguntas desafiantes” que están en la calle. Respuestas
razonadas, apoyadas en datos y fruto de horas de trabajo serio, para presentar el mensaje cristiano ante una ideología que pretende que creamos que no tiene
relevancia lo que la Iglesia diga.
Yago de la Cierva, de la mano de Austen Ivereigh –uno de los promotores de Catholic Voices en Inglaterra, y autor de El gran reformador, una gran biografía del papa Francisco- ha adaptado el contenido del libro a cuestiones que afectan especialmente a España.
Yago de la Cierva, de la mano de Austen Ivereigh –uno de los promotores de Catholic Voices en Inglaterra, y autor de El gran reformador, una gran biografía del papa Francisco- ha adaptado el contenido del libro a cuestiones que afectan especialmente a España.
Un cristiano corriente ha de ser capaz de dialogar con
seguridad y confianza sobre las buenas razones y datos que avalan la postura de
la Iglesia cuando habla de población y desarrollo, de la defensa del no nacido o de la cultura del descarte. La ideología dominante no es una
amenaza, sino una oportunidad que reclama creatividad, estudio y diálogo, para saber mostrar las buenas razones y datos
que apoyan la fe de la Iglesia.
“No busques un
escondrijo, prepárate” es el lema de Catholic Voices. Prepararse
significa documentarse, formarse, estudiar, analizar, escuchar a quienes
defienden posturas contrarias, buscar la verdad que hay en toda acusación, y
desde el diálogo amable caminar junto a los oponentes, siempre de modo
respetuoso hacia las personas, aunque no compartan las ideas.
Esa es precisamente la gran aportación de este libro. Enseña a caminar juntos y amigablemente en busca de la realidad, porque la realidad nos llevará a la verdad. Con hechos reales, los prejuicios caen.
Esa es precisamente la gran aportación de este libro. Enseña a caminar juntos y amigablemente en busca de la realidad, porque la realidad nos llevará a la verdad. Con hechos reales, los prejuicios caen.
¿Tiene derecho la Iglesia a pronunciarse en política? ¿De verdad defiende
la igualdad y libertad? ¿Es partidaria
de la promoción de la mujer? ¿Por qué no apoya las políticas sobre población que
promueven los países ricos? ¿Por qué se
opone a ciertas leyes en materia matrimonial, familiar o educativa? ¿Por qué rechaza
la cultura del descarte?
Las objeciones de los acusadores son analizadas con
objetividad, se busca la parte de verdad que contienen para reconocerla, se pone en evidencia lo que no es cierto, se explican
las razones y datos que faltan en la acusación, y desde ahí se buscan nuevos
enfoques y puentes de entendimiento hacia la realidad, buscando tratar cada cuestión con la
objetividad necesaria. Al final de cada capítulo se aporta un resumen de
ideas, datos y nuevos enfoques que es necesario resaltar para facilitar el
entendimiento, evitar tergiversaciones y desinflar mitos.
**
Sobre la
mujer en la Iglesia, muestra la evidencia de que la dinámica que está detrás de la emancipación de la mujer viene
del cristianismo. Hay más mujeres con funciones de liderazgo dentro de la
Iglesia que en otras instituciones comparables. Por ejemplo, la escasa proporción de mujeres
en el Vaticano (aunque es una proporción que supera la de las multinacionales,
por ejemplo) es similar a la de varones laicos.
El problema es el exceso de clérigos en
cargos que podrían desempeñar laicos (mujeres o varones). Interesante la fuerza con que surge un nuevo
feminismo, que busca emancipar a la mujer salvaguardando su identidad
diferenciada.
Respecto al matrimonio,
resalta que la Iglesia no rechaza a los
homosexuales. Defiende que el Estado debería promover el matrimonio
conyugal por el bien de la sociedad y especialmente de los niños. Es reseñable
que algunas “leyes de matrimonio homosexual” convierten en susceptible de ser acusado de
discriminación a quien no esté de acuerdo con esa ideología, que se presenta
como una nueva religión a la que todos deban someterse, algo impropio de una democracia.
**
En educación,
hay una idea básica: los colegios son prolongación
de la familia, no del Estado. La educación es formación de hábitos y
virtudes, y por eso la dimensión religiosa no puede excluirse. Frente a
afirmaciones en contra, los datos evidencian que las escuelas católicas son las más diversas
social y étnicamente, y no sólo forman el caracter sino también superan la
media en las demás áreas, hasta deportivas.
El secreto de esa eficacia social es su identidad, y para asegurarla necesitan autonomía para elegir a sus directivos, docentes y alumnos. Esa autonomía es parte de la libertad religiosa reconocida por la Constitución. El Estado debe garantizar el derecho de los alumnos (o de sus padres si son menores) a la enseñanza de religión en la escuela púbica.
El secreto de esa eficacia social es su identidad, y para asegurarla necesitan autonomía para elegir a sus directivos, docentes y alumnos. Esa autonomía es parte de la libertad religiosa reconocida por la Constitución. El Estado debe garantizar el derecho de los alumnos (o de sus padres si son menores) a la enseñanza de religión en la escuela púbica.
**
En política,
la Iglesia católica tiene el derecho natural de pronunciarse. Nadie como la Iglesia
defiende la distinción entre política y fe, y el diálogo entre ambas para que no
se aíslen y contribuyan a la mejora de la persona en su totalidad. En el
cimiento de la libertad social y de nuestra civilización está la doctrina social de la Iglesia, que es
su única agenda política.
Sobre población,
SIDA, ecología y desarrollo, multitud de datos avalan que nadie como la
Iglesia está tan cerca de los pobres y puede hablar con tanta autoridad en su
nombre. Los mejores expertos en SIDA han confirmado que el comportamiento
sexual responsables que promueve la Iglesia es el más idóneo para la prevención.
Los países pobres no necesitan frenar la natalidad, que es a lo que preferentemente destinan sus ayudas los países ricos. Su verdadera necesidad es que se promueva un comercio internacional justo. Las familias numerosas no son la causa de la pobreza: la causa es que se anteponga el dinero y el beneficio a las personas.
Los países pobres no necesitan frenar la natalidad, que es a lo que preferentemente destinan sus ayudas los países ricos. Su verdadera necesidad es que se promueva un comercio internacional justo. Las familias numerosas no son la causa de la pobreza: la causa es que se anteponga el dinero y el beneficio a las personas.
**
Sobre los abusos
sexuales, la Iglesia ha reconocido que sólo un caso sería ya una situación
abominable, y ha pedido perdón. Pero hay que contar toda la verdad: la mayor
parte de las acusaciones proceden de hechos sucedidos hace 30 o 40 años. Las
escuelas católica no actuaron entonces ante denuncias, pero tampoco lo hacían otras
instituciones similares, en las que proporcionalmente abundaron más los abusos.
Ha habido un despertar moral en la sociedad ante el abuso sexual a menores, y un cambio radical en los protocolos de actuación que sitúa a la Iglesia católica en la vanguardia de la prevención, frente a otros grupos o instituciones. Se constata cómo el sacerdocio católico no es refugio para quienes cometen abusos, ni hay vínculo causal con el celibato. Y todo evidencia que hoy la Iglesia es un ambiente seguro para la juventud.
Ha habido un despertar moral en la sociedad ante el abuso sexual a menores, y un cambio radical en los protocolos de actuación que sitúa a la Iglesia católica en la vanguardia de la prevención, frente a otros grupos o instituciones. Se constata cómo el sacerdocio católico no es refugio para quienes cometen abusos, ni hay vínculo causal con el celibato. Y todo evidencia que hoy la Iglesia es un ambiente seguro para la juventud.
**
La igualdad
es un principio cristiano: la Iglesia defiende que todas las personas tienen el
mismo valor y dignidad, porque todos somos hijos de Dios. La Iglesia acoge a
todos, rechaza cualquier discriminación. Pero está en contra de la forma en que tratan de aplicarse ciertas
leyes de igualdad, porque afectan negativamente a otros derechos y
libertades. Reclama la libertad de asociarse y de manifestar públicamente las
propias convicciones, que deben estar protegidas por la ley.
La ideología de género es una ideología, no está basada en la ciencia, y privilegia a colectivos LGTB por delante de otros colectivos que también están en riesgo de exclusión. Ciertas leyes de género vulneran derechos fundamentales como el de libertad de expresión, la libertad de los padres de elegir la educación de sus hijos, la libertad de creación de centros educativos, o la patria potestad de los padres.
La ideología de género es una ideología, no está basada en la ciencia, y privilegia a colectivos LGTB por delante de otros colectivos que también están en riesgo de exclusión. Ciertas leyes de género vulneran derechos fundamentales como el de libertad de expresión, la libertad de los padres de elegir la educación de sus hijos, la libertad de creación de centros educativos, o la patria potestad de los padres.
Sobre la sexualidad,
la Iglesia siempre ha visto en el sexo una bendición de Dios, una llamada
al amor en un contexto de compromiso y
estabilidad, y su fin es estar abierto a la vida. Es una forma de entrega que
protege el amor verdadero. La Iglesia no llama a nadie desordenado, sino a los
actos que no expresan el amor conyugal abierto a la vida. Hay muchas formas de
dar y recibir amor que no son sexuales o conyugales, como el amor de amistad.
**
Interesante también todo el capítulo destinado a la cultura del descarte. Hay un despertar
moral ante la belleza de la vida del no nacido, y la Iglesia habla en nombre de
los que no tienen voz. Nadie como la Iglesia ofrece soluciones a mujeres
asustadas ante el embarazo. El valor de la vida humana no está determinado por
el tamaño, ni por la fortaleza física o síquica.
El suicidio
asistido convierte en más vulnerables a los vulnerables y a
los discapacitados. Debilita el progreso médico en el tratamiento de enfermos crónicos y terminales, y frena
el avance en cuidados paliativos, como
se ha comprobado en países donde se ha aprobado. Lo que la Iglesia
defiende es la necesidad de ayudar a darse cuenta de su valor a quien se
considera una carga, y a que viva dignamente el tiempo que le quede.
**
Lo arriba expuesto es un brevísimo apunte del contenido del libro. Junto a la claridad de la exposición y el esfuerzo de
precisión terminológica –pues la manipulación de términos ha sido tantas veces fuente de sofismas y argumentos falaces
contra la Iglesia- es especialmente de agradecer el tono positivo,
que busca sinceramente la comprensión y el entendimiento con el oponente, sin caer en frentismos ni victimismos.
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Cuerpos y almas
Cuerpos y almas. Maxence van der Meersch
Abogado y escritor, premio Goncourt en 1936, Maxence van der Meersch describe en esta bien trazada novela la vida de un médico de buena familia en la Francia de comienzos del siglo XX. Salen al paso, con agilidad y realismo, los dilemas humanos, científicos, éticos y religiosos que se plantean en esos años en la vida de los médicos y de la sociedad en que viven.
Egoísmo y miserias humanas, lacras sociales debidas a vicios extendidos, falta de condiciones salubres, ignorancia de medidas profilácticas, ambición y visión crematística de la profesión, fallos por ignorancia o malas prácticas médicas, miedo a asumir responsabilidades, corporativismo, vacío y frialdad cuando falta la visión trascendente del ser humano... son algunos de los dilemas a los que el médico, entonces como ahora, debe saber enfrentarse.
Son cuestiones bien planteadas en el libro, que invitan a una reflexión ética de plena actualidad, y que el autor sabe enfrentar con sano criterio, destacando los valores humanos de los buenos médicos. Resalta también algunos consejos médicos (limpieza, dieta sana...) que iban descubriéndose en esa época, y el arduo trabajo de investigación y "prueba-error" que se esconde detrás de los avances científicos.
Late también la preocupación por los sistemas políticos vigentes, alejados tantas veces de las necesidades reales de las personas a pesar de declaraciones fatuas tipo "gobierno del pueblo por y para el pueblo", de las que se llenan la boca los políticos, que pueden acabar convirtiendo el sistema de sufragio universal propio de la democracia en un instrumento de sujeción en manos de minorías poderosas.
"Las pobres masas -afirma Van der Meersch en boca de uno de sus personajes- rehúyen instintivamente el esfuerzo, y van detrás de quienes les predican las cosas fáciles y placenteras, de quienes les envenenan para explotarlas. Haría falta que estuvieran representadas por las selecciones de todas las clases, por los mejores del mundo laboral, no por los más perezosos o los más demagogos. Habría que dar con un sistema de catalogar a los hombres por su valor moral, reconociéndolo por signos exteriores: su familia, su calidad profesional, su altruismo..."
Y en el fondo, como sustrato, la pregunta sobre Dios y el descubrimiento del amor: "Jamás deberían los hombres odiarse: hay poco tiempo para amar. Y este es el gran misterio del amor: lo inexplicable es que uno quiera perderse por otro, y perdiendo gane." Y es que Dios, por el amor, se adentra en el hombre. "Carísimos: amémonos los unos a los otros, porque el amor proviene de Dios... El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor."
"Los amores del hombre se cifran en el amor a sí mismo o en el amor a Dios. Sólo esos dos amores existen." El protagonista recapacita sobre el egoísmo en que se ha desenvuelto su vida: ese ídolo del egoísmo "al que tantos sacrifican todo lo bueno que podían hacer y tener."
Es el gran descubrimiento del bien, que convierte la vida en una existencia lograda: "Uno de los mayores goces que el hombre puede experimentar es encontrar en su pasado el recuerdo de un gesto surgido del fondo de sí mismo, realizado sin proponérselo, sin haberlo querido, un gesto de pura bondad, que le impele a creer en el bien. Y más allá del bien, lo sepamos o no, está la presencia de Dios."
Van der Meersch, ateo y de familia librepensadora, se convirtió al catolicismo en 1936. Cuerpos y almas fue escrita poco después, en 1943, y se deja ver el sentido sobrenatural del autor, lleno de humanidad. Hacia le final aflora su reflexión sobre el "no cansarse de actuar bien", que debería regir el obrar humano: "¡Cuán afortunados los que alcanzan el bien y la verdad por los caminos de la justicia, del cumplimiento del deber, del sacrificio, de le entrega de sí mismo! Un cruel destino debe ser para el hombre no haber podido entrever la faz de la verdad sino a la trágica luz de una mala acción irreparable, que le hace ver por contraste el bien que podía haber hecho y despreció."
Van der Meersch, ateo y de familia librepensadora, se convirtió al catolicismo en 1936. Cuerpos y almas fue escrita poco después, en 1943, y se deja ver el sentido sobrenatural del autor, lleno de humanidad. Hacia le final aflora su reflexión sobre el "no cansarse de actuar bien", que debería regir el obrar humano: "¡Cuán afortunados los que alcanzan el bien y la verdad por los caminos de la justicia, del cumplimiento del deber, del sacrificio, de le entrega de sí mismo! Un cruel destino debe ser para el hombre no haber podido entrever la faz de la verdad sino a la trágica luz de una mala acción irreparable, que le hace ver por contraste el bien que podía haber hecho y despreció."
Esta obra le valió el Gran Premio de la Academia Francesa. Un gran libro, como lo atestiguan también sus numerosas ediciones internacionales. Recomendable para médicos y alumnos de medicina y enfermería. Y para los amantes de la lectura en general.
Etiquetas:
amor,
ateísmo,
Cuerpos y almas,
democracia,
Dios,
egoismo,
Iglesia católica,
Maxence van der Meersch,
medicina,
política,
salud,
trabajo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)