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jueves, 31 de diciembre de 2020

Opus Dei: estructura y misión

 


Opus Dei: Estructura y misión. Su realidad eclesiológica. Pedro Rodríguez. Ed. Cristiandad.

 

Exposición profunda y detallada de la realidad eclesiológica de la prelatura del Opus Dei, desde el análisis de la estructura fundamental de la Iglesia.

 

Con su estilo riguroso y certero, propio del gran teólogo que es Pedro Rodrígez, el libro resulta luminoso y asequible para un público no especializado que desee conocer mejor la realidad institucional del Opus Dei y su ensamblaje como prelatura en el seno de la Iglesia católica.

 

Resalto varias ideas al hilo de la lectura, que no intentan ni mucho menos resumir el rico contenido del texto.

 

Transformar a las personas para transformar el mundo

 

El fin de la Iglesia es transformar a las personas, y esa es también la finalidad de todo el trabajo apostólico del Opus Dei en servicio de la Iglesia: transformar a cada persona para transformar el mundo. Sólo personas transformadas serán capaces de transformar eficazmente la sociedad. Si queremos cambiar la sociedad, evitar la corrupción,… hay que comenzar por eliminar las corrupciones propias. 

A eso tiende toda la formación cristiana que ofrece el Opus Dei: ayudar a cada persona a ser coherente con el mensaje de Jesucristo y a buscar la unión con Dios mediante la oración y los sacramentos.


Flickr Opus Dei

Entrega plena en medio del mundo

 

En la Iglesia histórica apenas hay precedentes de instituciones de entrega radical que no sean formas de vida consagrada. Pero esa experiencia histórica no puede convertirse en categoría teológica. El mensaje y la vida del Opus Dei muestran que es posible la entrega radical en medio del mundo, santificando las realidades profesionales, familiares y sociales.

 

El Opus Dei no pide (a las personas que conectan con el mensaje o reciben la vocación a incorporarse) que dediquen a la santidad (su fin y tarea) un determinado tiempo o energías, sino la totalidad de vida, porque sólo la vida entera, como totalidad, es una magnitud adecuada a la santidad como fin.



Cristianos corrientes, sin añadidos

 

Si el Opus Dei debe recordar que la santidad en la vida ordinaria es posible (es más, es necesaria: “Sed santos, porque Yo soy santo”, dice el Señor) es importante que su dimensión institucional, su estructura eclesial, responda a esas condiciones ordinarias, sin superestructuras añadidas, pues de otro modo perdería fuerza su mensaje. 


Sólo una institución organizada como la Iglesia en su estructura interna (fieles-sagrado ministerio) es adecuada para recordar a todos que deben ser santos precisamente como simples fieles.

 

 

Flickr Opus Dei

Una sencilla reflexión sobre el espíritu del Opus Dei, y las características de la dedicación a la Obra de los fieles según sus circunstancias, puede encontrarse también en la reciente carta pastoral de su prelado, monseñor Fernando Ocáriz.