Brillante novela, al
parecer en clave autobiográfica, que narra la historia de Alberto, un joven
estudiante de filología en la Ferrara de entreguerras.
De familia judía de clase
media, el muchacho sufre las consecuencias de las leyes racistas que empieza a
aplicar Mussolini, y es expulsado del club de tenis.
Alberto conoce desde
pequeño a los hijos de una rica familia judía, los Finzi-Contini, y está desde
siempre prendado de la hija, Micòl. Estos, como muestra de solidaridad ante su
expulsión, le invitan a su casa, una lujosa mansión rodeada de un bello parque. Acuden
también otros jóvenes que como él han sido expulsados del club social.
Deslumbrado por la clase y el
trato humano y cordial que recibe de la familia, y de la propia Micòl, Alberto acude
cada vez con más frecuencia al palacio, y acaba intimando con Micòl: una joven
guapa, lista, de amena conversación y gran clase humana.
Lo que Micòl ve solo como
un amor de amistad, fraternal, el joven lo entiende como el amor entre hombre y
mujer. Y cuando finalmente Micòl le rechaza, el sufrimiento de Alberto es
desgarrador.
Sólo se recupera cuando su
propio padre le hace ver, en una cariñosa conversación de padre-anciano a hijo-quesehacehombre,
que es señal de madurez para un hombre reconocer el no de una mujer, y que hay
que aprender a valorar las diversas circunstancias que rodean a ambos, sin
dejarse arrastrar sin más por los primeros y lógicos afectos.
Escrita con gran estilo,
traza un bello relato en el que afloran valores humanos sobre el amargo fondo
histórico de la discriminación racial, creciente en la Italia de los años 30 a
instancias de las leyes nazis de Mussolini.
Pero Bassani no se centra
en cuestiones políticas y sociales, sino en el fondo humano de los personajes, dibujando
sus caracteres con maestría, y logrando una gran riqueza humana en los diálogos,
que transmiten valores. Aunque no siempre los consejos que afloran sean
afortunados, el conjunto es de gran calidad literaria y recomendable.