viernes, 16 de marzo de 2018

Conversaciones con monseñor Escrivá de Balaguer. Edición crítico-histórica



Conversaciones con monseñor Escrivá de 
Balaguer. Edición crítico-histórica. 


José Luis Illanes y Alfredo Méndiz. Ed. Rialp

Este volumen pertenece a la serie de ediciones crítico-históricas que el Instituto Histórico San Josemaría Escrivá de Balaguer viene preparando, con meticuloso rigor y amplio aparato documental, de las Obras Completas del fundador del Opus Dei.


Conversaciones... recoge una serie de entrevistas que san Josemaría concedió a periodistas de diversos medios de comunicación entre 1966 y 1968. Aunque responde a numerosas cuestiones, su finalidad primordial era explicar a un público amplio el espíritu y el apostolado del Opus Dei.


Desde la primera edición, junto a las entrevistas se incluyó el texto de la homilía “Amar al mundo apasionadamente”, pronunciada en el campus de la Universidad de Navarra en 1967.



Encuentro en la Universidad de Navarra



Enamorado del periodismo

El fundador del Opus Dei estaba convencido de la importancia de los medios de comunicación. Si desde 1928 supo que debía dedicar su vida a facilitar a todo tipo de personas el encuentro con Cristo, entendió que para comunicar a Cristo era preciso también cultivar el apostolado de la inteligencia. Acrecentó su aprecio a la universidad, al estudio y la investigación, y a cuanto ayudase a mejorar la competencia de los profesionales de la comunicación.


Este aprecio al periodismo y a los periodistas, que hunde sus raíces en el mismo núcleo de su misión fundacional (dar a conocer la Verdad, encarnada en Cristo), se manifestó de muchos modos a lo largo de su vida. En 1941 fue profesor de Ética en la Escuela de Periodismo de Madrid. Animó a muchos jóvenes con cualidades a orientar sus estudios hacia los medios y la creación audiovisual, porque era consciente de la importancia de esas profesiones para la convivencia y una opinión pública sana. En 1958 promovió en la Universidad de Navarra la Escuela de Periodismo, la primera en España con rango universitario.

Facultad de Comunicación Universidad de Navarra


Un rasgo de su personalidad explica también su cercanía al periodismo: su capacidad de empatía con las personas,  sus dotes de comunicador, que quedan patentes en  abundantes documentos audiovisuales y escritos que recogen parte de su amplísima actividad pastoral.






Dar a conocer la verdad

Desde sus comienzos, el Opus Dei tuvo que sufrir incomprensiones y calumnias hacia su labor apostólica. Aunque la respuesta de san Josemaría durante muchos años fue “callar, rezar, vivir, sonreír” (y esto por serios motivos, muy bien explicados en el libro) a partir de 1963 cambió de criterio. Vio que era momento de hablar para hacerse entender mejor. Lo requería la extensión universal que había alcanzado la Obra, y la creciente atención de la prensa internacional a los temas católicos y al propio Opus Dei. Era preciso dar a conocer la verdad.


Lo requería también el desarrollo del Concilio Vaticano II, que acababa de asumir como fruto más preciado el núcleo del mensaje del OpusDei: la llamada universal a la santidad, y junto a ella el papel de los laicos en la Iglesia, llamados a tomar conciencia de la dignidad de su condición cristiana y del sentido de su vocación y misión en el mundo que de ahí se derivan. Eran ideas (luces recibidas de Dios) por las que años atrás algunos habían acusado de hereje al fundador.


Además, el Concilio había abierto el cauce jurídico definitivo para el Opus Dei con la figura de las prelaturas personales, prevista en el Decreto Presbyterorum Ordinis, aprobado en diciembre de 1965. Un cauce que se ajusta precisamente a la naturaleza de la Obra, y que le permiten reafirmar su realidad secular.


Por todos estos motivos san Josemaría comenzó a impulsar la publicación de estudios que mostraran sin polémicas el espíritu del Opus Dei. Promovió también la creación de Oficinas de Información, para atender a periodistas y a cuantos desearan conocer mejor el Opus Dei. Y se prestó a conceder entrevistas a los medios.



El formato entrevista 

La entrevista no era formato del agrado de san Josemaría, subraya Illanes, que trabajó muchos años junto a él. Su carácter fuertemente comunicativo y su don de lenguas resaltaban en el diálogo persona a persona y en grupos más o menos numerosos.  Pero en la entrevista se sentía encajonado, sin libertad para expresar con espontaneidad y precisión su pensamiento.


Pero accedió a concederlas, por la razón fundamental de que deseaba llegar  a la opinión pública con una explicación autorizada de la realidad del Opus Dei. Esa es la principal de las claves de lectura de Conversaciones: el Opus Dei y el modo en que su fundador da razón de su naturaleza, su espíritu y su actividad.


Cinco meses después de concluido el Concilio concedió la primera de las entrevistas, a Guilleme-Brulon. Fue publicada el 16 de mayo de 1966 en Le Figaro (Paris). Siguieron en meses sucesivos otras a The New York TimesL´Osservatore della Domenica, Time, Gaceta Universitaria, Palabra, Telva y Mundo Cristiano.




Carácter espiritual del Opus Dei y libertad de sus miembros

Junto a la naturaleza exclusivamente espiritual y apostólica del Opus Dei, y como consecuencia necesaria, una de las líneas de fondo en que insiste san Josemaría es la libertad de los fieles del Opus Dei en todas las cuestiones temporales.


Resalta que las dificultades para entender esa libertad pueden provenir bien de actitudes totalitarias (que excluyen cualquier posición que no sea la propia), o bien del pensamiento naturalista (que no concibe que puedan existir finalidades sobre-naturales, trascendentes, espirituales y apostólicas, y por tanto interpreta torcidamente, como cobertura de fines insospechados, la afirmación de motivos espirituales).


San Josemaría es tajante al afirmar la libertad de que gozan los fieles de la Obra, porque sabe que en esto la Obra se juega su esencia: sus miembros no tienen en común ni ideología, ni mentalidad, ni interés temporal. Y por eso referirse al Opus Dei cuando se habla de cuestiones temporales es injusto y próximo a la calumnia.


Defiende que ser católico no significa formar grupo, ni siquiera en lo cultural e ideológico, tampoco en lo político. Esta convicción -que vivió y enseñó a vivir- fue también motivo de incomprensiones en el seno de la Iglesia, por parte de quienes eran partidarios de que los católicos se unieran en un único partido.


Es significativo que las incomprensiones hacia el Opus Dei, en la España de los años 40 del siglo XX, fueran difundidas precisamente por personas con mentalidad de monopolio o de partido único: algunos religiosos jesuitas y algunos representantes de Falange. Tuvo que intervenir para cortar esas incomprensiones el obispo de Madrid, Leopoldo Eijo y Garay, buen conocedor de san Josemaría y de la Obra.



Don de lenguas

A pesar del “encajonamiento” al que se siente sometido con el formato de entrevista, se percibe en el texto el don de lenguas, la claridad con que expresa una realidad que tiene viva en su mente y en su corazón: el Opus Dei. Por eso Conversaciones, afirma Illanes, es un texto no condicionado por el momento histórico, y muy útil para un adecuado conocimiento del Opus Dei.


Illanes en la presentación de Conversaciones




Illanes subraya también la armonía y proporción en los temas que se reflejan en el conjunto de entrevistas, que no son un mero conglomerado de asuntos dispersos, sino que obedecen a un interés expreso del entrevistado en subrayar los rasgos decisivos en la proporción   conveniente. 


Es significativo, por ejemplo, que en el 40% de las respuestas habla del trabajo (“noble fatiga creadora de los hombres… uno de los más altos valores humanos”), punto central del mensaje del Opus Dei.


Aparecen también con frecuencia, en proporción armónica, otros aspectos necesarios para captar la espiritualidad de la Obra: la Iglesia como comunidad viva y familiar; la valoración positiva del mundo y de las realidades terrenas, lugares de encuentro con Dios; la igualdad y complementariedad varón-mujer y su reflejo en la familia y la sociedad (“no en vano los creó Dios hombre y mujer…”); su visión del papel de los intelectuales, cuya labor creativa debe hacer presente en la sociedad la luz del espíritu cristiano...



Llevar la verdad a la opinión pública


San Josemaría era un hombre profundamente convencido de la fuerza de la verdad, y enamorado de la libertad. Alguno de sus alumnos de 1941 recordaba haberle oído explicar -con fuerza inusitada en esos años, apenas acabada la guerra civil- que periodismo es lo que se escribe desde la libertad y desde la responsabilidad personal. Y que sin libertad no hay periodismo, sino propaganda.



Homilía en el campus de la Universidad de Navarra. 1967


A partir de 1968 san Josemaría decidió llegar al gran público mediante la publicación de algunas de sus homilías y meditaciones. La homilía que pronunció en otoño de 1967 en el campus de la Universidad de Navarra, ante miles de personas, demostró que muchísimas personas deseaban seguirle. Esa homilía, que puede definirse como paradigmática de su mensaje, se incluyó junto a las entrevistas desde la primera edición de Conversaciones. Puede escucharse con la voz de san Josemaría en este audio.



  



Conversaciones Con: por periodistas para periodistas

Es significativo que la presentación de esta edición de Conversaciones en Madrid corriera a cargo de un nutrido grupo de profesionales del periodismo, de reconocido prestigio y muy diferentes ideologías, que manifestaron con su presencia el agradecimiento a un legado que sigue vivo.




Ese acto dio origen a un innovador foro permanente de periodistas, Conversaciones.con.  Otros similares habían surgido ya años antes entre profesionales de la información en diversas partes del mundo, como la Fundación Coso, en Valencia. 

Periodistas conscientes de su responsabilidad en la vertebración de una sociedad civil viva, que se reúnen para reflexionar sobre cómo mejorar su trabajo. 

Ver también esta reseña de la presentación de Conversaciones... en Valencia.





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